Buenas:
Hace mucho que no escribo aquí y el llamamiento de abroba me ha conmovido, así que he buscado un hueco y os traigo una reflexión-recomendación. Todo lo escribo como mero aficionado, nada es ni ciencia ni dogma.
De la misma manera que Sun Ra no es un representante de todo el jazz (¿quién lo es?), una gorda chillando no es una representación de toda la ópera, por más que tenga elementos de ella. Que la ópera trasciende el género lo demuestra que su música es empleada en publicidad y cine. Hace tiempo un amigo me dijo que se había enganchado a un disco y me lo tenía que dejar: era "Ópera chillout". Decliné el préstamo pero le animé a escuchar esas melodías en su formato original.
Si no podemos resumir la música de la mayoría de los grupos en un único disco, ¿cómo sondear la historia de la ópera si abarca 500 años aceptando que nació con Monteverdi? Aun hoy se estrenan óperas, utilizando lenguajes contemporáneos y vanguardias. Lo que es cierto es que sigue bajo la mirada de los éxitos pasados.
Si uno piensa en Rigoletto piensa en el estándar de ópera: una ópera italiana, la madre de la ópera, en su periodo de madurez, de un compositor de oficio y genio que ya tenía experiencia y éxitos. Traducido: hay momentos para que un solista gane el centro del escenario y dé unas cuantas notas que levante al público de sus asientos. Pero eso es solo una parte, y la menor, a decir verdad. Si de esta obra ha pasado a la mente colectiva el fragmento "La donna é mobile", hay otros aspectos mucho más interesantes que una mera cancioncilla donde el personaje negativo se mofa de las mujeres.
En realidad decidir recomendaros Rigoletto ha sido por asociación de ideas: una compañía humilde la programó en mi ciudad, la reescuché y oí la conferencia de Riccardo Muti defendiendo en 1994 su visión de la obra que tanta polémica trajo. Aquel Rigoletto fue una de mis primeras compras en cd: una selección que vendían en los quioscos. La conferencia se puede escuchar en youtube íntegramente y viene a representar una defensa de Verdi muy moderna, por encima del intérprete, respetando al compositor y defendiendo que la música de Verdi ya es concreta, porque está escrita. Y no esa otra visión donde el intérprete es el mediador que puede dar una opinión sustancial apartándose de lo escrito. (Algo como lo que hacía Gould, por ejemplo). Concretando: varios de los agudos más famosos de la obra, entre ellos el de La donna é mobile no los escribió Verdi, los añadieron los intérpretes posteriores hasta que nos hemos acostumbrado y si los podan ahora, los echamos de menos.
No quiero darle más vueltas al asunto salvo para decir que Rigoletto, con las convenciones verdianas, es una obra bastante moderna y él mismo escribió que para ella "no escribió ningún aria" (páginas para que cante un personaje en solitario dadas al lucimiento de un intérprete) sino que pensaba en ella como una sucesión de dúos. Así que cuando se para la escena en la Donna e mobile (para el tenor) o en Caro nome (para la soprano) el maestro, probablemente, se revuelva en su tumba.
La obra posee varios fragmentos de un dramatismo extraordinario y de una felicidad melódica palpitante. Porque si una interpretación verdiana no palpita, decae y se convierte en chinchinpom, como dice un amigo (y como dijo Muti que se piensa en Alemania).
Os quiero traer un momento clave de la obra, el centro para mi. No voy a explicar el argumento salvo decir que al protagonista (bufón de un duque que se ha burlado de todo el mundo) le han raptado a su hija y, justo en ese momento se entera de que la tienen encerrada el resto de cortesanos para castigarle por sus crueles mofas. Como buen padre empieza enfurecido exigiendo la liberación frente a todos ellos, amenazándoles. Al ver que no consigue nada, pasa a la súplica. Un buen intérprete debe cambiar de registro con solvencia; de la energía (siempre medida, esto es música) debe pasarse a la ternura para inspirar lástima.
Os pongo el texto que creo que se entiende sin mucho problema.
Cortigiani, vil razza dannata,
Per qual prezzo vendeste il mio bene?
A voi nulla per l’oro sconviene,
Ma mia figlia è impagabil tesor.
La rendete . . . o, se pur disarmata,
Questa man per voi fora cruenta:
Nulla in terra più l’uomo paventa,
Se dei figli difende l’onor.
Quella porta, assassini, m’aprite
Ah! Voi tutti a me contro venite!
Ebben, piango, Marullo . . . signore,
Tuch’hai l’alma gentil come il core,
Dimmi tu dove l’hanno nascosta?
E’ là? . . . E’ vero? . . . tu taci! . . . ohimé! . . .
Miei signori . . . perdono, pietate . . .
Al vegliardo la figlia ridate . . .
Ridonarla a voi nulla ora costa,
Tutto al mondo è tal figlia per me.
Pietà, pietà, signori, pietà.
Interpretaciones que comuniquen el drama y la música con maestría podéis seguir las de Cornel McNeil, Fischer Dieskau, Piero Cappuccilli o Giuseppe Taddei. Os Pongo la de Taddei (4 minutos y 13 segundos).
http://youtube.com/watch?v=f4CFQ-8-XbEUn saludo