Rango dinámico. ¿Cada vez se escucha música con peor sonido?

Iniciado por deniro033, Mayo 16, 2009, 05:43:29

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deniro033

Un día buscando información experta sobre la tan mentada discusión acerca del Vinilo vs. el CD, me encontré con este artículo. También pude leer en otros lugares que las discográficas re mezclan viejas grabaciones para darle, según ellas, un sonido más aggiornado, produciendo un cambio y desmejora en la calidad de las viejas grabaciones reeditadas. Me gustaría saber qué opinan sobre esto, ya que supongo que debe afectar de forma drástica la calidad de sonido de la música que se está escuchando, más allá de tener unos excelentes auriculares y un sistema de audio de calidad.

¿Qué ha pasado con el rango dinámico?


Autor:
Bob Speer

Hay que hacerse esta pregunta, porque somos los responsables de lo que está sucediendo a la música. La música que escuchamos hoy en día no es nada más que ruido con ritmo. Y esto no es así porque la música sea mala. Es así porque carece de rango dinámico.

Cuando la música no tiene rango dinámico, pierde la pegada, la emoción y la claridad. La industria discográfica insiste en culpar a los P2P, los MP3s, las grabadoras de CD y muchos otros por la caída de las ventas de CDs. Y aunque hay algo de verdad en sus constantes gimoteos, sólo deben culparse a ellos mismos por el robo que están cometiendo contra los consumidores. No soy un abogado de ese robo. Sin embargo, la industria musical necesita reevaluar lo que considera como buena música. La moderna música de consumo no es musical en absoluto. Se puede describir mejor como anti-musical.

Es anti-musical porque la están dejando sin vida a través de la sobrecompresión durante las etapas de tracking, mezcla y masterización. Es, simplemente, no-musical. No es nada extraordinario que los consumidores no quieran pagar por la música que se produce hoy. Cuesta demasiado y suena mal. Nuestra herencia musical está siendo amenazada por esta anti-música. ¡Ya es hora de que despertemos todos en la industria musical!

Pero, ¿qué es el rango dinámico? Rango dinámico es la diferencia entre los sonidos más suaves y los más fuertes que podemos oir. O, por decirlo de otro modo, es la diferencia entre los sonidos más leves y más potentes en una grabación. El rango dinámico se mide en decibelios (dB). El rango dinámico típico para una grabación de cassette está alrededor de los 60 dB, mientras que en las grabaciones digitales actuales (CDs) puede alcanzarse un rango dinámico de 96 dB. Comparad esto con los 120 dB o más que se dan en las actuaciones en vivo.

Durante años, hemos intentado recrear las emociones de una actuación en vivo, intentando mantener un rango dinámico lo más amplio posible. Esto siempre ha sido difícil con la grabación analógica. Teníamos que situar las señales más débiles por encima del umbral de ruido, mientras manteníamos las señales fuertes por debajo del nivel de distorsión. Para evitar que las señales débiles quedasen enterradas en el ruido de cinta, había que grabarlas al mayor nivel posible. Y para evitar la distorsión de las señales fuertes, teníamos que comprimirlas, resultando en un rango dinámico reducido.

A medida que pasaron los años, se hicieron muchas mejoras en la tecnología de grabación de cinta. Esto, junto con los sistemas de reducción de ruido, ayudó a mejorar el rango dinámico de las grabaciones, pero todavía existían limitaciones. Un buen día, asistimos al nacimiento de una nueva tecnología, llamada grabación digital. ¡Guau! Ahora, con un rango dinámico superior a 90 dB, nuestras grabaciones podían rivalizar con las actuaciones en directo. Bueno, en teoría. La industria musical tenía otros planes.

En vez de usar esta nueva tecnología para tomar ventaja de su rango dinámico, la industria musical fue en la dirección opuesta. Decidieron que "más alto es mejor". De repente, nos encontramos en una carrera para ver qué CD sonaba más alto. Y la única manera de hacer que los CDs sonasen más alto era comprimir la señal más y más. Y aquí es donde estamos hoy. Todo el mundo intenta hacer que su CD suene más alto que ningún otro. La palabra que se utiliza para este proceso es "hot" (caliente). Sí, la música de hoy se graba "hot". El resultado neto: ruido con ritmo.

En diciembre de 2001, diversas personalidades de la industria discográfica participaron en un jurado de los Grammys para elegir el CD con mejor sonido. Después de escuchar más de 200 CDs, no pudieron encontrar ni uno solo que mereciese un Grammy, partiendo de los criterios que les fueron dados. Todo lo que escucharon estaba aplastado hasta el extremo, con grandes cantidades de compresión. El apaño que hicieron fue elegir el CD que presentaba menos signos de producción. Realmente, el ganador no lo fue por su gran trabajo de ingeniería de sonido; ganó simplemente porque fue el que menos había ensuciado la señal. Pensándolo bien, quizá eso ya fuese un gran trabajo de ingeniería. De todas formas, vaya manera de ganar un Grammy.

He aquí una cita de Roger Nichols, uno de los integrantes de aquel jurado: "el mes pasado, escuché todos los CDs enviados a NARAS en la categoría 'Mejor grabación no clásica'. Escuchamos 3 o 4 cortes de los 267 álbumes enviados. Cada uno de los CDs estaba comprimido al máximo, sin rango dinámico. Los finalizers y plugins estaban configurados a tope para conseguir que cada CD sonase más alto que los demás. Nadie intentó tomar partido del rango dinámico y la limpieza de la grabación digital" (EQ Magazine, enero de 2002). Roger Nichols es ganador de un Grammy e ingeniero de sonido de Steely Dan o los Beach Boys.

El mito de los CDs Radio-ready o "preparados para la radio"
"Radio ready" es un término ambiguo creado por profesionales del márketing, cuyo único objetivo es vender productos. Pero a tí te conviene ser un artista o productor informado. La radio es la gran "niveladora"; coge las canciones suaves y sin pegada, y las nivela para competir así con los temas de volúmenes más altos. En el proceso, la dinámica natural de las canciones es totalmente destruida. Pero eso no es todo. La radio también coge canciones extremadamente comprimidas, y las aplasta todavía más.

Masterizar para radio crea una situación que puede hacer que las canciones suenen peor. Aún así, muchos argumentarán que quieren un CD masterizado a niveles altos "para que suene bien en la radio". Lo que quieren realmente es que, al escucharlo en un equipo doméstico o en el coche, suene tan comprimido como se escucha en la radio.

Pero las grabaciones no necesitan un procesamiento especial para sonar bien en la radio. La radio ya se encargará de los picos de limitación y elevará el nivel ella misma. Masterizar específicamente para la radio sólo puede servir para empeorar las cosas.

Nuestra música hoy en día no tiene vida. No hay emoción ni textura, y sin duda no hay razones para comprarla. Los jóvenes aceptan este sonido "hot" porque es todo lo que conocen. No se les ha mostrado la música que suena realmente "musical". No puedo creer lo que hemos hecho a nuestra música; de algún modo hemos permitido que la radio, con su respuesta en frecuencia y rango dinámico limitados, se haya convertido en el modelo de cómo deben sonar las cosas. Queremos que los CDs que compramos suenen como en la radio. ¿Qué ha pasado con la recreación de las emociones de un concierto en vivo? ¿Es posible que hayamos avanzado en tecnología, yendo hacia atrás en nuestra forma de pensar? No necesitamos tecnología digital para crear el sonido "hot"; podríamos haberlo hecho con las grabaciones analógicas, igual de fácil.

No caigas en la trampa de los 'CDs cañeros'
Aquí tenéis un diagrama que muestra el incremento en los niveles de los CDs. Se ve claramente cómo el nivel medio ha subido a lo largo de los años, debido a las "guerras de nivel" (Level Wars) promovidas por la industria musical.

Los CDs producidos en 1985 tenían un nivel medio de -18 dB. Esto dejaba amplio margen para picos musicales, o por decirlo de otro modo, para la pegada. Es el nivel medio, y no el nivel de pico, el que da a la música su fuerza.

A medida que entramos en los 90, podemos ver el cambio gradual que tiene lugar a medida que la industria musical entra en las Level Wars y comienza a destruir la música. El nivel medio de los CDs en 1990 era de -12 dB. Luego, como muestra la gráfica, el nivel se elevó a -6 dB en 1995. En el año 2000, los CDs alcanzaron un nivel medio de -3 dB. Es importante entender que a medida que el nivel de los CDs aumentaba, el rango dinámico se reducía.

En 2002, este aumento en los niveles medios era tan pronunciado, que causó una gran pérdida en la claridad y calidad general de los CDs comerciales. En 2005, la situación era aún peor.





Necesitamos un compromiso en cuanto a lo que debiera ser el nivel medio de los CDs. Creo que deberíamos volver al nivel de 1990 (sería preferible alrededor de -14 dB). Esto nos daría un nivel saludable, ¡así como margen para generar los picos musicales que restablecerían lo que se ha perdido en la música actual! Y hay [ otros en la industria ] que comparten mis creencias.

Espero que algún día nos despertemos de esta pesadilla. Así todos podremos grabar y masterizar música del modo en que debiera ser. Debemos tomar ventaja de lo que ofrece la tecnología digital: la capacidad de hacer grabaciones sin ruido o distorsión, ¡preservando al mismo tiempo las dinámicas naturales de nuestra música!

Gritad conmigo, muy alto: ¡QUE VUELVA EL RANGO DINÁMICO!

Por [ Bob Speer ]


sagitarius1964

#1
Primero, gracia por la traducción  ;). Es un tema interesantísimo, manido entre la gente que le gusta el buen sonido, pero muy muy muy interesante. Estoy ABSOLUTAMENTE de acuerdo con cada punto y cada coma. Es deplorable el maltrato a la música por parte de los ingenieros de sonido (supongo que obligados casi por contrato por las discográficas). La falta de rango dinámico de las grabaciones de hoy en día es TAN MANIFIESTA, que me parece increible que la "masa" trague, trague y trague. Supongo que a una gran mayoría le importa tres pepinos si suena mejor a o peor, con tal de que tenga caña para poner el boombox a tope o para poner en el mp3, suficiente. Las remasterizaciones de hoy en día me dan miedo. No siempre merecen la pena.

Solo el jazz (no siempre) y la clásica son mas mas respetuosos a la hora de grabar. Es increible la paradoja, a mejor tecnología, peor sonido y a peor tecnología, mejor sonido o al menos, sonido mas rico y gratificante. Ojalá los que tienen esa responsabilidad, se den cuenta del daño tan enorme que están haciendo al mundo de la música y recapaciten para volver a la senda que nunca debieron dejar

saludos  ;)
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Raul_77

Hola deniro033,

En mi post `Altavoces Activos´ en una de la entradas hablo sobre esto mismo. Si quieres ver algo más acerca de esto te puede interesar:

http://www.digido.com/media/articles-and-demos.html

De hecho, un día estuve haciendo una búsqueda sobre este tema, y la verdad es que encontré bastantes artículos de ingenieros de sonido quejándose de esto. Algunos con un enfado considerable, recuerdo uno que decía que los últimos años los cd´s sonaban como `mierda de perro´ (dogshit), por algún otro post hay un artículo: `Canon.pdf´ en el que ya hablo del enfado del ingeniero que grabó PULSE, de Pink Floyd. Que la cosa ya viene de lejos.

Por ahora, mientras no se solucione esto por si mismo (que lo hará, pero será cuando aparezca esa internet mucho más rápida que llevan algún tiempo anunciando -hasta 10.000 veces más he llegado a leer- y se establezcan otros estándares de conversión como 24 bits y 176,4 KHz, por ejemplo) lo mejor que puede hacer todo aquel interesado en la calidad músical, es conservar sus vinilos (si los tiene) ya que en este momento es el sistema de mayor resolución que hay en el mercado o, en el caso de los cd´s, intentar buscar las primeras ediciones, ya que cuanto más actuales sean las copias más dañadas están.

Y si tienen esas famosas etiquetas que dicen: `Digitally Remastered´ huir de ellos como del diablo, significa que han llegado al grado máximo de destrucción.

Saludos, Raúl

Asincrono

Perdón Raul77, pero el vinilo no tiene más rango dinámico o resolución que un CD. Independientemente de que su sonido nos guste más o menos.

Que quede claro que yo no critico el vinilo, ya que por desgracia no tengo el gusto de poder escucharlo.

Saludos.

sagitarius1964

Cita de: Raul_77 en Mayo 16, 2009, 08:57:07

Y si tienen esas famosas etiquetas que dicen: `Digitally Remastered´ huir de ellos como del diablo, significa que han llegado al grado máximo de destrucción.

La experiencia me dice que tienes más razón que un santo  ;). Para muestra, y hay a patadas, el disco de ECHO AND THE BUNNYMEN Ocean rain es un ejemplo nítido de ello. La grabación original no es muy allá pero la remasterización es de hacerle comer los cds al que la hizo  >(. El vinilo suena mucho mejor.

Saludos  ;)
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Howard Wolowitz

Estoy de acuerdo en que las grabaciones actuales adolecen de una manifiesta falta de "rango dinámico", pero no en que haya que huir de las "Digitally Remastered", que si bien pierden en este aspecto ganan en muchos otros que para mi compensan dicho defecto.

Saludos
Y si no.....Stax

Max

Estoy totalmente de acuerdo con este artículo y me extraña que no se comente más, en general, sobre este tema. :'(
Auriculares: HD650, ATH M50, Yuin PK2, Shure SE102
Amplificadores: Fiio E5, Ibasso D2 Boa, Beresford TC-7520 (LM4562NA)
Fuentes: PC, iPod Nano 4G

Asincrono

   A ver... tampoco es que no existan discos bien gravados. CDs bien gravados los hay, y vinilos mal gravados (también para sonar más alto) los hubo. También hay que tener en cuenta que hay discos en los que el rango dinámico no es importante. El rango dinámico no es lo único importante que hay en la música. No digo que no sea importante, pero no es lo único. Que tendemos a verlo todo en blanco o negro... y no es así.
   En el artículo se exagera para explicar una situación, que hay muchos discos actuales con un rango dinámico muy bajo, lo cual tiene como consecuencia el empobrecimiento de la experiencia de escuchar esa música.

   Estoy de acuerdo en que esta situación debería de irse corrigiendo. Es una pena que muchos jóvenes (y no tan jóvenes, que yo me meto en el mismo saco) se traguen "lo que hay" porque no conocen otra cosa. Luego decimos que a los jóvenes no les importa la calidad de la música... como si fuese tan fácil ponerse a buscar algo mejor cuando no tienes otras referencias mejores que las actuales.

   No creo que una internet 10.000 veces más rápida tenga nada que ver con el asunto. No hacen falta formatos de "mayor calidad"; lo que hace falta es usar los que ya tenemos, de calidad más que suficiente, de forma racional.

Saludos.

deniro033

#8
Muchas gracias a todos por sus opiniones. sagitarius1964: nobleza obliga, encontré por la web la versión ya traducida, no recuerdo en qué página, pero la hizo Xabier Blanco, y en segundo lugar, Queen fue, es y será, uno de las mejores bandas de rock de la historia  ;)
Agradezco también los aportes a nueva información, porque es un tema que me interesa mucho, y que como con gran razón se dijo por aquí, de manera poco creíble no se trata demasiado.

Saludos y sigo esperando más opiniones.

Les dejo, para los que les interese ahondar más en el tema, el artículo original acerca de la "guerra" entre vinilo y CD, sacado de "Radar", un suplemento del diario argentino "Página 12". Es un poco extenso como el anterior, pero vale la pena.

Pintalo de negro

Desde hace años que se escucha a melómanos, coleccionistas, disc jockeys y snobs repetir que a pesar de los avances tecnológicos, el vinilo sigue sonando mejor que los compact-discs. ¿Mito, pose o verdad? Radar decidió entrevistar a ingenieros de sonido, productores, músicos y especialistas en acústica para despejar de una vez por todas la incógnita. Y lo que descubrió es todavía mucho más interesante.



Por Juan Andrade
A la hora de promocionar su último disco, Modern Times, Bob Dylan levantó una considerable polvareda hablando pestes de los compacts. Incluso algunos de sus fans más acérrimos se sintieron algo decepcionados por sus dichos y se enredaron en una polémica que el diario El País de España definió como "avinagrada". ¿Qué declaró Dylan en la entrevista con la Rolling Stone norteamericana? Ahí va: "No conozco a nadie que haya hecho un álbum que suene decente en los últimos veinte años. Escuchás esos discos modernos y son atroces, llenos de sonido. Nada está definido, ni siquiera la parte vocal, es como si fueran ruidos parásitos. Mis últimas canciones probablemente sonaban diez veces mejor en el estudio, mientras las grabábamos, que en el compact. Los CD son pequeños, no tienen estatura. Me acuerdo del lío que se armó cuando salió Napster. Estaban todos alarmados: "¡Nadie va a pagar por la música, todos la van a tener gratis!". Bueno, y qué "¡Si de todas formas no vale nada!".

Muchos interpretaron que Dylan, además de reivindicar el sonido analógico e, indirectamente, las supuestas bondades del vinilo, también se estaba cargando en su ataque a los productores y artistas independientes, que se mueven con sus propias herramientas y criterios en los márgenes del circuito mainstream. Sin embargo, más allá de su tono terminante o generalizador, y sin forzarlas demasiado, sus palabras y sus percepciones coinciden con los conceptos que un especialista en materia de sonido podría lucubrar haciendo hincapié en cuestiones más, digamos, técnicas: tendría que explicar qué pasa con el rango dinámico de la música actual, o cuáles son los motivos de su declinación frente al reinado de la compresión y el volumen (ver recuadro). Suena como uno de los tantos neologismos que suelen inventar los comentaristas de fútbol para fundamentar las virtudes o defectos de un equipo ("volumen de juego", etcétera), pero el rango dinámico es una de las claves que permiten entender el rumbo que ha tomado la industria discográfica en su conjunto.

Quizás intuyendo lo anterior, el responsable del blog en español Bob Dylan Minoic citó, a partir de la observación de su ídolo, un furibundo artículo firmado por el ingeniero de mastering Bob Speer. Titulado ¿What happened to dynamic range?, el texto (disponible en cdmasteringservices.com) confirma las apreciaciones de Dylan, y enciende una señal de alarma sobre el futuro de la música que escuchamos: "¿Qué pasó con el rango dinámico? Esta es una pregunta que debe ser respondida por los sellos discográficos, productores, artistas e ingenieros de grabación y de mastering. Todos somos responsables de lo que ha ocurrido con nuestra música, que actualmente es nada más que distorsión con ritmo. Y no es así porque no sea buena, sino porque carece de rango dinámico. Por eso le falta contundencia, emoción y claridad. Los sellos culpan a Napster, al MP3 y a las grabadoras de CD por la caída en la venta de discos. Aunque hay algo de verdad en su permanente gimoteo, sólo se pueden culpar a ellos mismos. Son los sellos los que necesitan reevaluar lo que consideran que es buena música".

La cuestión, de todos modos, no es una novedad. Desde hace unos cuantos años, en el ámbito de los ingenieros de sonido se habla de una "carrera" o una "guerra" del volumen. El virtual debate, sin embargo, no ha logrado traspasar las fronteras de los dominios de los expertos: se ventila en sus propias páginas web o en las revistas especializadas. Speer menciona la opinión de su colega Roger Nichols aparecida en EQ Magazine, como para demostrar que no está solo en su cruzada. Convocado para integrar el panel encargado de elegir el álbum con mejor ingeniería en los premios Grammy de 2001, Nichols, que prestó servicios a figuras como los Beach Boys y Steely Dan, llegó a la siguiente conclusión: "Escuchamos 3 o 4 cortes de los 267 álbumes que fueron sometidos a votación. El sonido de cada uno de los CD había sido aplastado hasta la muerte. Querían que su CD sonara más alto que los demás, pero ninguno intentó aprovechar la claridad que pueden tener las grabaciones digitales". Otro representante del mismo gremio, Mark Donahue, escribió en la revista Performer cosas como la siguiente: "Muchos ingenieros consideran a los primeros '90 como la era dorada del mastering, porque las decisiones sobre el volumen de un disco se tomaban por razones estéticas y no de marketing. Por eso, si uno compara Nevermind de Nirvana o Siamese dream de Smashing Pumpkins, se da cuenta que están entre 6 y 8 decibeles por debajo del rock comercial actual".

SUBAN EL VOLUMEN
A fines de los '90, preocupado por el nuevo criterio que iba imponiéndose en su actividad profesional, el ingeniero productor local Mario Breuer asistió a una convención en Nueva York en la que se daba cita la crème de la industria discográfica. "En un momento, cuando escuché '¿Alguna pregunta?', levanté la mano. Había en la mesa tipos notables, capos-capos, eran como ocho o nueve. Les conté: 'Me dedico al mastering, y me llama la atención que el volumen de los discos es cada vez más y más fuerte. Así perdemos rango dinámico, y no me gusta lo que le pasa al sonido cuando lo apretamos tanto. Quería preguntarles por qué, si hace dos horas están defendiendo el arte y la calidad de la música, tenemos esta tendencia'. Pero el tipo no se copó mucho, murmuró algo y enseguida se escuchó: '¡Próxima pregunta!'", recuerda con sorna. "Entonces saltó un brasileño: '¡Eh-eh-eh! Acá meu amigo argentino faló'". Los apretó un poquito, hasta que uno tuvo que confesar: "Es una cuestión de marketing". Los departamentos de marketing, los publicistas y los promotores piden que sea así, porque cuanto más fuerte suena en la radio, más le queda en la cabeza a la gente. Como en todos los negocios y en todas las industrias, el resultado final del producto se inclina para el lado de la balanza que indica el departamento de finanzas. Son empresas que venden música, y tienen que hacer guita. ¿Para vender más hay que hacer mierda el sonido? Sí, te responden, hacé mierda el sonido y vendéme más discos.

El mastering es el último paso en la cadena de gestación de un álbum, el proceso que le da al material el toque final. Ahora bien, más allá de lo que demandan las compañías, ¿qué le piden los músicos a Breuer cuando le entregan las mezclas para que haga su trabajo? "Volumen. Volumen. Volumen", repite el experimentado técnico, como si fuera una especie de letanía. E imita las voces de sus clientes: "'¡Que suene fuerte, ehhh!', '¡Dale gaaas, Marito!'. Y hoy, yo tengo todas las herramientas y el software necesarios para que suene todo lo fuerte que quieran", explica con algo de resignación. Una situación idéntica enfrenta día a día Eduardo Bergallo, uno de los ingenieros de mastering con mayor trayectoria local. "Trabajamos básicamente para cosas de pop y rock. Y, desde hace cinco o seis años, el 90 por ciento de las bandas que vienen piden lo mismo. 'Quiero que suene fuerte': ésa es la premisa. Está muy presente la idea de que eso se consigue con el mastering. En esta etapa se puede lograr algo que tiene que ver con el volumen, pero es a costa de achicar el rango dinámico. Por eso los pasajes que son más suaves quedan más fuertes y los que tienen que explotar no lo hacen, porque el contraste con lo anterior es menor. El tema es que muchos grupos se comparan con otros que fueron pensados para sonar así desde la producción. Vos no podés hacer sonar fuerte cualquier cosa. Lo que vas a lograr es que el disco suene mal, distorsionado, sin matices, estridente."

Este modus operandi no sólo marca una hegemonía sobre el presente, sino que también puede alcanzar y afectar al pasado. Cuando hace un par de años Sebastián Escofet escuchó la reedición en formato CD de Clics modernos de Charly García, sintió la misma indignación que experimenta al recordarlo. "Lo que consiguieron, concretamente, fue que tenga más volumen y pierda todas las dinámicas. Me di cuenta enseguida, porque tenía un brillo terrible. Tengo la edición original en compacto, que conserva el audio exactamente igual al del vinilo. Pero en la reedición se hizo hincapié en darle un sonido 'más moderno', cuando se trata de un disco que ya era moderno en su tiempo. Estamos hablando de un pilar de la música argentina: que alguien lo haya editado así y lo haya puesto en una batea es una aberración", dispara el músico, que compuso la banda sonora de películas como El último confín y Las vidas posibles. En el programa de edición de la computadora de su estudio está abierta la nueva versión de "Los dinosaurios". Allí puede apreciarse que la estrofa en la que García dice "No estoy tranquilo mi amor" está al mismo nivel que la parte del estribillo en la que canta "Los amigos del barrio". La diferencia es bastante gráfica y se puede aplicar a todos los casos: mientras que un tema sin procesar se asemeja a una especie de electrocardiograma con sus respectivas subidas y bajadas, un tema comprimido aparece como un manchón negro y constante. "Un tipo como Charly sabe perfectamente estructurar las partes de una canción para generar los picos climáticos. Lo que hicieron fue faltarle el respeto a la composición, le pasaron una plancha y le borraron los relieves", ilustra Escofet. "Charly lo grabó íntegro en los Estados Unidos, con Joe Blaney, que venía de trabajar con los Clash, y con Ted Jensen, de Sterling Sound, que sigue siendo el mejor estudio de mastering del mundo. ¿Con qué criterio alguien puede pensar: 'Voy a mejorar los que hicieron estos tipos'?"

ALTA FIDELIDAD
Para entender un poco mejor lo anterior, habría que detenerse en los cambios que se produjeron en los últimos años en nuestros hábitos como oyentes. Gustavo Basso, músico y profesor de Acústica en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Nacional de La Plata, señala que la gente primero se acostumbra y después pide lo que la industria produce. Una industria que, en este caso, excede al negocio puramente discográfico. "Hay un juego dialéctico entre producción y consumo. Y esa especie de círculo lleva a niveles cada vez más comprimidos, más parejos. La música que se oye hoy tiene prácticamente la misma dinámica que la que tenía la música funcional", destaca el especialista. "A eso habría que agregarle que la oímos en monitores muy limitados en cuanto a su capacidad de rango dinámico, como los parlantes de la computadora, los del auto y los de los minicomponentes. Todos se basan en el mismo modelo, el NS10 de Yamaha, que fue el primer parlante chico a nivel mundial. O sea: la música está condicionada, porque se compone y se graba para ese sistema de monitoreo particular. La gente se baja música en MP3 para escuchar en esos equipos: si la ponés en uno de alta calidad suena mal, pero con una computadora o un auricular suena bien. Ese es el estándar comercial actual, que obliga a la producción de una música de un determinado tipo y de una determinada calidad."

Otro punto a tomar en cuenta, que justifica en parte el requerimiento de un mayor volumen que recae sobre las grabaciones contemporáneas, es el ruido que rodea a la música que escuchamos. Puede ser el motor del auto en marcha para el conductor o la frenada de un colectivo para el peatón que deambula con su reproductor de MP3 portátil, por mencionar dos ejemplos de un mismo fenómeno. "Es un rasgo característico de la época, por eso los discos tienen que competir con el ruido y vencerlo. Y eso implica, invariablemente, comprimir: no permitir que la música baje a planos medios, porque quedaría envuelta en el ruido de fondo", señala Basso, que suele dar cursos regulares de acústica en distintas universidades nacionales. ¿Hay alguna manera de recuperar la calidad de audio perdida? Basso es crítico frente a las evidencias, pero también optimista en cuanto a las posibilidades: "Siempre se puede recuperar. No es una cuestión de sordera: hay chicos que crecieron escuchando así, pero el oído humano sigue siendo el mismo. Por lo tanto, puede haber cambios en las formas culturales. Es más: estoy convencido que cuando la tecnología empiece a demostrar, como pasó con los home theater y el dolby digital, que las posibilidades son mucho mayores que las actuales en cuanto a los modos de reproducción, va a haber una necesidad de convencer a la gente que se puede oír de otra manera. Mejor. Ahora estamos en otra, porque se masificó así. Pero la industria te va vender otra tecnología, te va a demostrar que es de mejor calidad, con mayor banda ancha y rango dinámico. Y lo vamos a comprar. Si yo fuera el dueño de Sony, lo pensaría así".

La madre del borrego: el rango dinámico
Por J. A.
Daniel Sinnewald, docente de la cátedra de Acústica y Electroacústica de la Facultad de Ingeniería de la UBA, ensaya una definición técnica de rango dinámico: "En términos musicales, la dinámica es la relación entre el fortíssimo y el pianíssimo. Si el pianíssimo está inmerso en el ruido de fondo, no llega a ser percibido. Ese era el gran problema que tenían los vinilos, por el ruido de la púa. El rango dinámico consiste en la relación entre el nivel máximo posible de señal y el ruido residual, y pone el límite a la dinámica musical. Hoy la realidad superó las fantasías. El audiófilo y el melómano soñaban con tener la dinámica de un concierto en vivo. El vinilo no la podía brindar jamás, porque el nivel de ruido del sistema analógico acotaba el rango dinámico a unos 50 o 60 decibeles. Esos niveles fueron superados drásticamente por el audio digital, que alcanza los 90 decibeles y permite apreciar un pianíssimo con absoluta ausencia de ruido".

Sin embargo, la práctica marca un camino distinto a lo que permitiría suponer el avance de la tecnología. "Las bondades del audio digital reciben un maltrato permanente", destaca el ingeniero Sinnewald. "Hay una deformación cultural del mercado, que parte de la premisa de que 'mi grabación tiene que sonar más fuerte que la de la competencia'. La gente busca que el sonido le 'pegue', el culto del alto volumen. Para ser consecuente con lo anterior se recurre a la compresión, que implica restringir la dinámica musical. Aunque estos vicios se suelen trasladar al jazz o a la música clásica, en un disco convencional masterizado según los cánones del pop, puede haber no más de 10 decibeles de variación. Es lo mismo que nada: no tiene ninguna expresión, por eso hoy todo suena igual."


JAD

Como ya se me nota, odio el Loudness War. La gente es inconsciente total a que la música actual suena  muy mal. Es un poco psicoacústico porque cuando oyes una remasterización, como se oye más fuerte, tu cerebro te dice que se oye mejor, cuando no es así.
Ver el disco de Death Magnetic de Metallica y es un asco total. Metallica me ha defraudado, con lo que me gusta. Metallica llegó escuchandose bien hasta ..And Justice for All. Aunque los 3 primeros albumes fueran anteriores, Metallica sólo ha sacado un disco que se oye decentemente BIEN y es ..And Justice for All. Dentro del género y de lo que es, claro.

Ahh, el vinilo será más "orgánico", analógico y natural pero el CD tiene mayor capacidad de Rango dinámico que el vinilo. Casi todo depende de la grabación. Aun así, Asíncrono, el MP3 a no muy alto bitrate quita parte de rango dinámico, si quieres, mira por tí mismo en un programilla el gráfico de la onda de una canción sin comprimir y otra comprimida. Se verá como la onda es alterada, es muy parecida pero se verá como "empeorada" y con un poco menos de dinamísmo.


Loudness War      This is madness!!

Asincrono

   Soy consciente de todo ello JAD.
   También soy consciente de que comprimir el rango dinámico puede desgraciar algunos discos, y dejar otros más o menos igual. Y si he mirado las formas de onda y tal, pero yo no escucho formas de onda. Decir que todo lo que se gravó desde el año 19XX es absurdo. Las generalizaciones están bien para recalcar cosas, bien... pero tampoco hay que pasarse.

   Y que nadie se confunda que me jode lo que hacen con algunos discos como al que más. Compré el Back to Black y lo tengo aparcado porque simplemente distorsiona tanto que no lo aguanto, y hablo de la versión deluxe que se supone que "no es tan mala". Intenté escuchar Californication y casi me da un chungo.

sagitarius1964

Es un tema complicado. Los ingenieros tienen las herramientas para corregir esto, pero parece que la tendencia es... ¡ si, si, muy interesante pero a mi dame caña en mis discos !. Creo que cuando los artistas se den cuenta de las posibilidades del aumento de resolución de los nuevos formatos, quizá algo cambie y ya no sea necesario esa absurda obsesión por el volumen brutal. Una cosa parecida pero en otro campo les pasa a los monitores lcd. Tienen un brillo descomunal e innecesario. Todas las marcas venden a los usuarios de a pie el lema "mi monitor tiene tanto de brillo". Claro, luego te interesa un poco mas allá la fotografía y ves que el monitor que te acabas de comprar no hay manera de bajarlo a un parámetro "correcto". En fin, este es otro tema  :D

Además no entiendo, antes si es cierto que cuando escuchabas un pianissimo en un vinilo, tenías que subir bastante el volumen y se enmascaraba con el ruido del roce. Ahora, con una gama dinámica mucho mas alta, ¿para que subirlo tanto?. Sinceramente, no lo entiendo. Si quiero esuchar la música mas alta, ¡ JODER (y perdón) SUBO EL POTENCIÓMETRO, OSTRAS !.

En fin, el tema da para mucho y aunque como dice Asincrono, no se puede generalizar, en general  ;D, un porcentaje elevadísimo de la música que se lleva grabando desde los 90 es infumable, en cuanto a dinámica y calidad pura de sonido.

;)
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Castorp


Hola!

Es curioso, hay hasta una asociación que reclama que los artistas puedan decidir el rango dinámico de sus propios discos...

http://www.turnmeup.org/

En ella, han colgado un vídeo muy ilustrativo (en inglés) que explica el problema:

http://www.youtube.com/watch?v=3Gmex_4hreQ

Saludos.

Raul_77

#13
Hola a todos,

Lo siento mucho, pero a veces no consigo expresarme en pocas palabras.

Y como no permite adjuntar archivos, lo he puesto en Mediafire.

http://www.mediafire.com/?sharekey=24055095ea461827a0f2f20c509059d9e04e75f6e8ebb871

Saludos, Raúl

Max

Cita de: Raul_77 en Mayo 24, 2009, 02:05:49
Hola a todos,

Lo siento mucho, pero a veces no consigo expresarme en pocas palabras.

Y como no permite adjuntar archivos, lo he puesto en Rapidshare.

http://rapidshare.com/files/236510762/Digititis___Games_Theory.pdf.html

Saludos, Raúl

A mi no me entra ni con calzador que vuelvas a afirmar que el vinilo tiene mayor capacidad de rango dinámico que el CD. :P
Otra cosa es que la aproveche.
Auriculares: HD650, ATH M50, Yuin PK2, Shure SE102
Amplificadores: Fiio E5, Ibasso D2 Boa, Beresford TC-7520 (LM4562NA)
Fuentes: PC, iPod Nano 4G