Alan:
Tú mensaje resulta bastante simplista e incongruente puesto que se parte de un error desde la propia base, que son las impresiones subjetivas del autor. Considero bastante insidioso el hecho de actuar conociendo ese detalle e insistiendo en persistir en el error.
Lo que corresponde es solicitar al consultor a que realice las pruebas necesarias, acompañadas del debido rigor para determinar si su exposición tiene fundamento y razón de ser.
Esa es mi única recomendación.
Por otra parte, no existen los vendedores honestos. No nos ven como compañeros sino como potenciales clientes y ven esta afición como un negocio. El día en el que sea imperativo que aquello que se venda pase las pruebas que determinen que las supuestas ventajas que la publicidad les atribuye sean veraces cambiará por completo el rumbo de esta afición.
Hay que eliminar la subjetividad y dejar de proclamarla allá donde no corresponde. Para hacerlo ya hay otras áreas
Tú mensaje resulta bastante simplista e incongruente puesto que se parte de un error desde la propia base, que son las impresiones subjetivas del autor. Considero bastante insidioso el hecho de actuar conociendo ese detalle e insistiendo en persistir en el error.
Lo que corresponde es solicitar al consultor a que realice las pruebas necesarias, acompañadas del debido rigor para determinar si su exposición tiene fundamento y razón de ser.
Esa es mi única recomendación.
Por otra parte, no existen los vendedores honestos. No nos ven como compañeros sino como potenciales clientes y ven esta afición como un negocio. El día en el que sea imperativo que aquello que se venda pase las pruebas que determinen que las supuestas ventajas que la publicidad les atribuye sean veraces cambiará por completo el rumbo de esta afición.
Hay que eliminar la subjetividad y dejar de proclamarla allá donde no corresponde. Para hacerlo ya hay otras áreas