Llevo ya unos añitos con el equipo principal bien configurado y estable: mi vetusto Rudistor Rpx-33, un cd Marantz SA-8003 como fuente y unos hd800. He probado cosas mucho más caras, e incluso algunas hasta mejores (jeje), pero a mí me gusta lo que tengo. El carácter abierto y aireado que aporta la fuente, el color cálido y voluptuoso del amplificador, la escena que aporta su configuración dual mono y su contraste tonal con el hd800, con su timbre correcto y su carácter detallado y analítico hacen un combo que se adapta a la perfección a mis gustos y estilos musicales.
Así seguiré, ¡qué le vamos a hacer! Tal vez más por necesidad que por voluntad. Pero al fin, sin buscarlo, he encontrado un ampli que decididamente me parece superior técnicamente y que en algunos aspectos, y en conjunto, me gusta más que el Rudistor. El Bryston de Marco es un pedazo de equipo que realmente me ha cautivado. Especialmente en su configuración balanceada. No he escuchado nada igual en cuanto a capacidad de recreación de un sonido realista, en todas sus cualidades: timbre, escena, tridimensionalidad, focalización, sensación física de todo lo que reproduce… lo que se entiende por alta fidelidad pura. A ver si puedo explicarlo bien.
He podido probar el equipo durante algo más de un mes (gracias por la paciencia, Marco). Lo he probado sobre todo con los hd800, no sólo por ser el auricular más capaz que tengo, sino porque la combinación era tan brutal que el resto quedaban en un segundo plano y me apetecía insistir en ella.
La fuente que he usado es el Marantz, pero esta vez como transporte. El Benchmark ha hecho de DAC, y así he podido aprovechar la configuración balanceada al completo. Como grabaciones he probado de todo: pop-rock, clásica, jazz, instrumental… pero eso sí, de calidad en todos los casos.
El carácter de este amplificador es refinado en extremo. De entrada lo que uno nota de inmediato es su tremenda resolución y su carácter tonal neutro y equilibrado. Dentro de estos parámetros, más o menos comunes en muchos otros equipos (Headamp, Burson), lo que lo caracteriza de forma personal es un toque de calidez y suavidad en la gama media, un grave muy correcto y preciso, pero no excesivamente seco, y unos agudos de una calidad, precisión y suavidad de se salen de las tablas. Y la escena, por supuesto, que es descomunal.

Al principio tuve la impresión de que los agudos estaban un poco suavizados, pero no es así. Lo que ocurre es que, de alguna manera, este amplificador consigue que nunca suenen excesivamente incisivos. El propio Rudistor tiene registros más agresivos en el agudo, lo cual choca cuando en principio hablamos de un carácter global más cálido y coloreado, pero es así. El Gs-1 de Headamp también resulta más afilado por arriba. Sin embargo, cuando escuchas el Bryston jamás tienes sensación de que falta nada por arriba. Al contrario, escuchas todo mejor, con más detalle y matices. Se parece más a un Burson, cuyo agudo es de trazo más grueso y presente físicamente que en los dos anteriores, solo que el Bryston es notablemente más suave y refinado.
La gama media, como ya he comentado, es cálida y corpórea. Tiene también una presencia muy agradable y es donde el amplificador aporta su toque de punch y musicalidad. Lo hace de nuevo a su manera, con elegancia y refinamiento, pero es la frecuencia que mejor desarrolla y la que gana casi siempre protagonismo. Es, por tanto, un amplificador de medios, pero no quiero transmitir una idea equivocada. En otros equipos con carácter similar, como por ejemplo los Burson, la escena es más bien contenida. En el caso del Bryston es justo al contrario: la escena es abierta y amplia en todas las direcciones. Ese equilibrio tan logrado entre presencia de gama media y amplitud escénica es otra de las cualidades especiales de este equipo. No lo he visto en ningún otro equipo antes en esta medida. Las voces resultan muy naturales y creíbles, parece que el ampli no aporta nada en absoluto a su tonalidad y textura. Los instrumentos también suenan igual de transparentes. La cualidad principal es justo la contraria que, por ejemplo, la de un Rudistor o un Leben. Éstos aportan a su manera un carácter tímbrico muy delicado y bonito a la gama media, definiéndose por su carácter armónico y musical. El Bryston, por el contrario, da más sensación de realismo, siendo neutro y físico en grado extremo.

El grave es probablemente en este caso lo que más determinará si el amplificador acaba por enamorar o no. Es un grave bien matizado, con la corrección y presencia justas para que arrope al resto de frecuencias sin sobreponerse en ningún caso. No es un amplificador de pegada por abajo, se centra más en el desarrollo de los matices y, de nuevo insisto, en que el resultado final sea realista. Si el gusto del aficionado es por equipos con garra y cañeros el Bryston seguramente no sea lo suyo. Si lo que buscan es un grave con gran riqueza de registros y matices, con profundidad y extensión suaves, entonces seguramente si lo sea.
Y llego por fin a lo que más me interesa: la recreación escénica. Los que me conocéis del foro ya sabéis que para mí es un aspecto fundamental, y esto es muy personal. Sé por experiencia que hay gente a la que le da bastante igual este tema, pero para que a mí me resulte creíble lo que escucho la recreación escénica y la sensación de tridimensionalidad y realismo deben ser excelentes. En esto es en lo que el Bryston no tiene parangón. Es sencillamente un espectáculo escuchar cosas bien grabadas con este equipo y los hd800. Y más en la configuración balanceada del auricular, que pude probar gracias a un cable que me prestó Dexon. Había probado antes otros equipos en balanceado y la verdad es que no me había causado una impresión semejante. En el Bryston, además de la mayor potencia que uno aprecia de forma inmediata y que es algo que no necesita (ya tiene sobrada potencia en SE), la mayor sensación de tridimensionalidad y de resolución, el mayor carácter físico y realista de cada matiz se aprecian de una forma evidente. Y cuando uno compara con paciencia el antes y el después es cuando ya no hay marcha atrás: no queda más que reconocer que uno no ha escuchado antes un nivel semejante.

Marco me dejó algunos cds de clásica que suenan tremendos. Es inmenso el sonido que sale de esas grabaciones. Pero es que yo ya tengo mucho material de jazz contemporáneo magníficamente grabado que te deja una sensación de realidad virtual apabullante. Nunca, insisto, nunca había logrado una sonido tan grande con auriculares.
Sé que no es un equipo que gustará a todo el mundo, pero a los que nos va el perfil detallado, la escena amplia y el resultado lo más realista posible nos va a costar encontrar algo mejor que esto.
Con otros auriculares también da un resultado excelente, pero para mí no es lo mismo. El k701 suena soberbio en él, pero creo sinceramente que el Bryston hay que asociarlo con los mejores auriculares que tengamos. El hd650 también lo mueve con plenitud, pero más de lo mismo. El único auricular que me sorprendió gratamente aparte del hd800 es, sorprendentemente, el Rs1 de Grado. La razón, que la suavidad que consigue el Bryston por arriba y su tremenda tridimensionalidad hacen que el Grado crezca de forma inusitada, resaltando sobre todo su ya adictiva gama media y logrando sujetar con puño de hierro por arriba su carácter incisivo. Vamos, que me vi escuchando con los Grado cosas que no suelo escuchar con ellos… No volveré a subestimar a este auricular, la verdad. Sé que con ortodinámicos lo hace también muy bien, pero yo no lo he podido probar. Azelais podrá contarnos algo más, y Dexon también.

Para terminar, sólo decir que como se puede apreciar en las imágenes el aspecto físico de este amplificador es tremendo. Es enorme en anchura, mide lo mismo que un equipo de cajas convencional, y su proporción horizontal hace que luzca de forma especial. Al menos a mi me gustan más con esta proporción horizontal. El manejo del pote es muy particular, tiene una graduación diferente: sube fácil hasta las nueve, y de ahí hasta las tres tiene un recorrido suave y lento. A partir de ahí el caudal de potencia es arrollador. Comentar que esto permite, en ganancia baja o alta, controlar muy bien el caudal de volumen en los niveles que uno más usa. Está muy bien pensado.
En conectividad es bastante completo, con control de ganancia, balance y conexiones se y balanceadas que funcionan simultáneamente sin problemas. Tal vez se le podría pedir más conectividad posterior, pero sería rizar el rizo.
Seguramente me dejo cosas por ahí, pero ahora no se me ocurre qué más contar. ¡Ah!, sí, Enguera, tienes que probar este equipo. Me da la sensación de se adaptará a tus gustos como un guante.
Nos vemos por aquí!