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WooAudio 6. Impresiones y reflexiones.

Iniciado por rocoa, Febrero 17, 2010, 21:36:51

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rocoa

Tras un año conviviendo con este amplificador de auriculares me he decidio a contaros algunas cosilla acerca del mismo. Como siempre, no pretendo hacer una review al uso, sino transmitiros las impresiones y ciertas reflexiones que han surgido durante la escucha del mismo.



Deberíamos comenzar por conocer los gustos del  que opina, así como el equipo en el que se realiza la evaluación. Bien, la escucha ha sido fundamentalmente jazz, también clásica y algo de rock clásico, sin olvidarnos del blues. La mayor parte de las grabaciones en vivo.
Realizo las audiciones con discos no precisamente audiófilos, aunque agradezco muchísimo una buena toma sonora. Realmente no me considero un audiófilo en el sentido clásico del término. Más bien se podría decir que soy audiófilo-melómano. Quiero decir con ésto que no soy el audiófilo al uso que posee discos basados en sus cualidades sonoras y se dedica a escucharlos en su equipo. Por el contrario, prefiero escuchar discos que contengan buenas interpretaciones y, afortunadamente, las grabaciones de jazz y clásica están bastante bien hechas, en general. Así, me emociono, tanto con el buen sonido, como con una buena interpretación de chelo o violín con la cual no es dificil que se me humedezcan los ojos si me transmite lo que es preciso.

Como fuente he utilizado un Electrocompaniet EMC-1 24/192 con Spider Clamp y una radio Magnum Dynalab Etude.







Sobre el lector de CD se sitúa el Finite Elemente Resonator



Ambas fuentes están conectadas a un preamplificador Jeff Rowland Synergy IIi mediante Cardas Golden Reference, el CD, y Cardas Golden Presence, el sintonizador. Se sitúan sobre un rack Finite Elemente Pagode.





El WooAudio 6 está conectado al preamplificador mediante un cable Cardas Golden Presence.



Todo ello conectado a un Exactpower EP15A, a su vez conectado a una línea directa dedicada, con su propio diferencial y fusible, con schuko hembra Furutech en el punto terminal.



Los cables de red utilizados son Shunyata Anaconda, Phyton y Taipan; Harmonic Technology Fantasy AC10 mejorado con conectores Furutech top y Cardas.



Todos los aparatos están sustentados sobre Cardas Myrtlewood



Bien, centrándonos en el Woo, habría que decir que el rodaje ha sido muy largo. Sin duda, ello ha sido debido a los condensadores que monta, Black Gate y los V-Cap (excelentes pero una auténtica tortura en lo que al rodaje se refiere). Han sido cientos de horas tocando al viento para lograrlo pero ha valido la pena con creces.
Me gustaría comentar aquí algunas cosillas referentes al rodaje de los equipos. Es un proceso que no suele ser lineal en el sentido de que la mejora de prestaciones se produce gradualmente. Por el contrario, nos vamos a encontrar con diferentes fases de mejora y empeoramiento a lo largo del mismo.
En los ciclos de rodaje se observa habitualmente el siguiente proceso:
el sonido se va haciendo clínico, con sensación de excesivo detalle pero sin armónicos, sin decays, bidimensional, sin fluidez, el grave "de una nota sólo"; los pianos molestan e incluso se escuchan unos ecos desagradables. Se continúa con una apertura y envolvencia en la que el sonido se vuelve difuso (con sensación de espacialidad y envolvencia, pero sin precisión en la imagen) en la que se suaviza y aumenta la riqueza armónica (menos claustrofóbico).
Si lo representasemos en una gráfica (prestaciones vs tiempo) sería como curva en dientes de sierra, con crestas y valles. El valle del ciclo previo a la subida final, a la meseta de la gráfica, suele ser largo, inacabable.
La fase de apertura suele suceder  con discos con buen rango dinámico y extensión de frecuencias (lo percibo habitualmente durante la escucha de los mismos). Percibiremos una escena sonora más profunda y tridimensional, un mayor rango dinámico, más sensación de aire entre los instrumentos, sensación de continuidad y liquidez......
Cuando aparece la paz, el ritmo y el timing puedo darle más al potenciómetro sin que moleste. Esto tiene su lógica, hay que pensar que esta aparición es debida a una extensión en el rango de frecuencias y, al haber más graves (éstos consumen la mayor parte de la potencia), el nivel sonoro subjetivo disminuye. Además, la domesticación del agudo permite hacerlo sin molestia. La apertura del grave supone un aumento de cuerpo y articulación.

Una vez finalizado ese proceso el equipo adquiere mayor resolución y ya no fuerza al cerebro a trabajar. Cuando esto no es así, el esfuerzo requerido no permite escuchar en el ámbito etéreo, en el plano meditativo de la música porque el cerebro está trabajando intentando conjugar un montón de problemas. La mejor forma de mantener el esfuerzo mental bajo es no sólo tener precisión, sino proveer también una gran cantidad de información.
Cuanta más información tenga el oido, menos tendrá que trabajar el cerebro para crear la ilusión de música y de estar en el evento.



He de confesar que tengo una especial predilección por los amplificadores de válvulas en el caso de los auriculares. ¿Por qué?
Porque son adictivas, por la continuidad y, puesto que no experimento la sensación de realismo que percibo en la escucha con altavoces, creo que esa cualidad adictiva suple la insatisfacción que no obtengo por otras cosas. Esto es una apreciación fruto de las reflexiones acerca del tema durante mucho tiempo pero no deja de ser una racionalización sin más. Además de la "calidez", algo imprescindible para que pueda disfrutar de largas sesiones de escucha confortablemente. Conozco a más de uno que siempre ha manifestado sensación de agobio, de claustrofobia, en la escucha con auriculares y con válvulas........

Además, como dice un amigo, aficionado a la escucha de ópera en sus Quad alimentadas por triodos 300B, con lámparas de vacío la escucha es "terapeútica".

Continuidad, ¿qué es eso? No te preocupes, en el momento que lo escuchas lo sabes.....
Los gurús del audio han dicho en muchas ocasiones que tiene que ver con el flujo ininterrumpido de electrones dentro del tubo de vacío, cosa que no ocurre con los transistores que continuamente abren y cierran el paso a los electrones.
Alguna vez he leído una analogía, no muy afortunada, al respecto del tema de la continuidad: el agua discurriendo por un cauce sin irregularidades (la superficie del agua no experimenta remolinos ni forma espuma), lo hace de forma fluida. En un cauce con irregularidades se forman remolinos y turbulencias en el agua.
La sensación de continuidad se percibe habitualmente en válvulas, amplis de poca potencia (sobre todo en la ineficiente clase A) pero no, hasta hace poco tiempo, en transistores de elevadas potencias. Afortunadamente ésto ha cambiado y hoy se fabrican aparatos de gran potencia en los que no es fácil distinguir si son válvulas o transistores.

Las válvulas capturan los vívidos y vibrantes tonos de la paleta de colores. De hecho esos colores tonales pudieran ser debidos a formas de coloración pero, ¿no serán esas coloraciones precisamente las que nos permiten que las sesiones de escucha sean placenteras?
Así, he escuchado que los amplificadores de válvulas son falsos como Judas. Lo que parece dulzura no es más que distorsión armónica; no muestran la verdad en su desnudez original sino que envuelven la realidad en un manto de coloración eufónica.
Esa distorsión (permitidme llamarla "ruido armónico") que es tan bien recibida por nuestro cerebro, que la codifica como riqueza armónica, complementa a las mil maravillas la frialdad digital. Así se explica el aumento de realizaciones valvulares tras el advenimiento del audio digital, cuando era una tecnología obsoleta llamada a su práctica desaparición.

Las tempranas grabaciones digitales tenían problemas para proporcionar el decay correctamente, truncaban los armónicos en la caida de la nota; el decay de un transitorio era simplemente interrumpido seguido de un oscuro silencio digital. Las válvulas le añadían armónicos (distorsión). De este modo los armónicos permanecen en el aire antes de que sean cubiertos por los ataques de las notas subsecuentes.
En la vida real escuchamos ésto continuamente; es el equivalente aural de la persistencia de la visión (la forma en que el ojo-crebro fija una serie de imágenes para formar una imagen completa). El oido-cerebro hace lo mismo con las series de sonidos para formar la continuidad (otra vez a vueltas con la continuidad) ;) de la música.



Pequeñas cantidades de cierto tipo de distorsión pueden resultar poco agradables a nuestro cerebro mientras cantidades más elevadas de otro tipo de distorsión pueden no serlo tanto. Parece ser que la causa principal en la diferencia de sonido del transistor y los triodos viene dada por que éstos últimos, en condiciones de sobrecarga, generan armónicos pares (que corresponden a la frecuencia fundamental multiplicada por 2/4/8) a diferencia de los transistores que, en esas mismas circunstancias, generarían armónicos impares (la frecuencia fundamental multiplicada por 3/5/7). Y ocurre que las frecuencias pares resultan agradables a nuestro cerebro, cosa que no ocurre con las impares.
El clipping es mas suave y se considera más musical que en los transistores .

Las medidas no se correlacionan fielmente con lo que la gente escucha en un sistema de audio, incluso con las mejoras en este campo en los últimos tiempos sigue habiendo un abismo entre lo que es medido y lo que es percibido. Los orientados a las medidas tienden a asumir el dogma de que componentes que miden lo mismo tienden a sonar igual.

El WooAudio 6 monta una rectificadore 54R4 y dos dobles triodos 6DE7. En la web de WooAudio se puede leer que el 6DE7 produce un sonido similar al de la combinación de los 6SN7 y 2A3. Ésto último es lo que me llevó a hacerme con este amplificador y no me arrepiento de ello para nada pues encuentro muchas similitudes en el carácter sonoro del mismo con el Moth Audio 2A3 (que monta las válvulas 6SN7 y 2A3).



Triodos como el 300B, 845, 211 ó 2A3 son míticos entre los audiófilos de todo el mundo. A pesar de ser poco prácticos (grandes dimensiones, elevada radiación térmica, baja potencia de salida) seducen por su calidez y el sentido de fluidez natural que aportan a la reproducción musical además de una escena sonora muy profunda. Puede que sea menos dinámico que otras configuraciones y que haya menos resolución y transparencia (más bien me refiero a la escucha con altavoces ;)) pero la gracia, suavidad y naturalidad que proporcionan puede compensar con creces ciertas carencias.



En la foto, de izquierda a derecha, podéis ver: en primer lugar la rectificadora china que trae el Woo de origen, a continuación un par de 6DE7 RCA, sigue una rectificadora 5AR4 RCA, dos 6DE7 GE, la rectificadora Sophia y, por último, otra rectificadora RCA.

Hay cierta reticencia entre muchos aficionados a la hora de comprar un amplificador de lámparas por haber escuchado comentarios negativos acerca de su fiabilidad. Bien, la mala reputación que puedan tener los tubos de vacío proviene de dos factores básicamente.
Uno es que entre 1970 y 1990 la calidad de fabricación cayó por los suelos pero, con el resurgimiento experimentado en el audio, hoy se fabrican válvulas con excelente calidad.
El otro es que hoy en día no hay muchos ingenieros y técnicos que conozcan verdaderamente el funcionamiento de las válvulas porque no se dedica mucho esfuerzo a su estudio. No obstante, afortunadamente, sigue habiendo excelentes artesanos (para muestra el presente ampli) y conocedores del tema.



He visto varias veces como el debate válvulas-transistores se extiende al ámbito de lo psicológico ahondando en rasgos del carácter humano. Así he llegado a escuchar que los amantes (digo "amantes" intencionadamente porque los audiófilos compran por impulso pasional) de los precisos y potentes amplificadores de estado sólido Krell, por poner un ejemplo, lo son porque alimentan su ego y les dan una ilusión de poder, perfección y control; el control sobre el proceso musical que a todos nos gustaría tener en nuestro proceso vital.....Sin embargo las válvulas serían el refugio íntimo del poeta; son para los días melancólicos, cuando llueve y hace frío fuera, sustituyendo la chimenea con su luz crepitante y tenue.



Muchos ven los amplificadores de válvulas como un fósil tecnológico. Podríamos decirles "los clásicos nunca mueren" y sus efectos en los sentidos y emociones perduran en nuestra memoria mucho más allá del contacto inicial como un buen libro, un vino, un buen habano, un coñac....

Un amplificador a válvulas es como un viejo amor al cual juramos no volver nunca jamás, hasta que un día lo vemos en la mesa de un café y el pasado invade el presente. La razón intenta "sacarnos eso de la cabeza" (está fuera de época, gasta demasidado, es frágil, permanece caliente, distorsiona la realidad, puede ser peligroso para los niños, no "congenia"con todo el mundo-léase con todos los transductores-.....). Pero el corazón sólo ve el calor humano, el envolvimiento emocional, la musicalidad, la dulzura de la voz y aquella aureola luminosa que brilla en la oscuridad como fuego que arde sin llama.



Los amplificadores de lámparas no son "perfectos" pero la perfección sólo existe en el espacio divino y hasta los dioses con asiento en el Olimpo tenían los pies de barro......

A veces se escuchan amplificadores que cubren las posibles aberraciones de la fuente o la grabación con un suave, homogéneo y romántico sonido. Otros se pueden admirar por su precisión intelectual pero no son musicales.
Esto nos lleva al viejo debate "musicalidad versus precisión". Típicamente asociamos el término "analítico" (yo suelo utilizar también "clínico" ;)) con productos de sonido frío que no porporciona cohesión y "soul". Éstos requieren del escuchante el sintetizar toda la información en un paquete integrado, lo que supone un trabajo extra para el cerebro.
Podríamos hablar también de dos modos diferentes de escucha, polarizados:
-el que gusta de seguir el sonido de los diferentes instrumentos o voces, individualizados, cuando suena la música.
-el que valora más la "gestalt" de las composiciones musicales, el todo, la estructura de la obra; una percepción más holística.

De mis reflexiones deduzco que me encuentro a medio camino entre las dos posturas señaladas. Y hay aparatos que, como la buena comida, no sólo revelan los ingredientes sino que los combinan perfectamente para que los sabores se complementen y se potencien. De este modo la escucha, aún siendo muy informativa, resulta fácil y relajada.
El WooAudio 6 posee un balance tonal muy equilibrado y la música suena empastada pero no por ello falta de definición. Podemos seguir la línea melódica o rítmica de cualquier instrumento dentro del conjunto con total claridad, aunque realmente nos invita a disfrutar de la música y evitar cualquier tipo de análisis deconstructivista lo cual es una magnífica cualidad bajo mi punto de vista. Combina la viveza con la facilidad, gracia y envolvencia.

Es cierto que ningún componente electrónico tiene un rango de contrastes dinámicos uniformes a lo largo del espectro de frecuencias. Así, aparatos con dinámica restringida en lo alto del espectro y dinámica más extendida en frecuencias bajas sonarán oscuros. Otros, con dinámica expandida en medios y agudos tendrán un sonido más vivo. Es lo que podríamos llamar carácter.
También puede haber áreas con dinámica realzada en ciertas zonas de la curva de respuesta. Por ejemplo, los clásicos diseños de la estadounidense Audio Research realzaban la dinámica en el medio-bajo y medio-alto, una inteligente y musical combinación que sugería sonido realista. En la actualidad los diseños de esta marca se han vuelto más neutros, lo cual ha hecho que muchos aficionados se quejen y digan que ya no son tan musicales.
La verdad es que con los aparatos más refinados del High End actual estamos viendo realizaciones con extremada baja coloración y distorsión y ello hace que muchos individuos se pregunten, al ser los equipos cada vez más reveladores, si conviene encontrarse evaluando la tecnología de la grabación antes que realizando lo esencial, que sería disfrutar de la música. Conozco a gente que se ha deshecho de preamplificadores Nagra PLP y Audio Research Reference porque "no suenan a válvulas", aún cuando éstas forman parte de sus circuitos.

El WooAudio 6 tiene la musicalmente importante cualidad de resolver mucha información sin sonar analítico o excesivamente Hi-Fi. Además, lo hace con elegancia y mucho refinamiento produciendo una sensación de relajación y envolvimiento musical. Mucho más de lo que cabría esperar en un aparato de este nivel de precio.

Envuelve tu cuerpo entero en la música de forma visceral y emocional, no sólo en una abstracción intelectual de las partes que componen el sonido. Pienso que la música no es algo para escuchar solamente, sino para interactuar con ella a nivel emocional y también corporal (una distinción que no tendría por que ser así ya que todas las emociones se somatizan de alguna manera). Por ello considero al Woo un amplificador que estimula la corporalización de la música.

La música tiene una importante carga afectiva y genera sensaciones que vinculan lo emocional y lo físico como elementos claves de interacción y de percepción musical.Permite vivir simultáneamente experiencias desde lo racional, lo emotivo y lo corporal.
Un arte como la música estructuralmente deconstruible en cifras matemáticas, de una racionalidad casi cartesiana, simultáneamente, por su naturaleza abstracta -el sonido no es un objeto concreto- tiende a materializarse en las propias emociones y en el sentir del cuerpo. El lugar de lo sonoro, en último término, es nuestro propio cuerpo al cual se accede desde varias instancias: la melodía, la armonía, el timbre, el ritmo.
Este modo de involucrar a la vez varias esferas cognitivas desde una multiplicidad de elementos sonoros, hace de la música un terreno abonado para su vivencia como un espacio de magia en el que cada uno reconstruye su particular universo, su "nirvana individual".
De ahí surge el poder evocador de la música.

Tengo algún amigo que, sin saber leer una partitura, dirige las obras que escucha, batuta en mano.
El Woo invita a dirigir los músicos en la sombra, a la flexión plantar y de cuello, al chasquido de dedos....



(CONTINÚA)










rocoa

#1
Últimamente he estado escuchando también el SPL Phonitor. Es muy distinto al Woo. Puede que perfile más los instrumentos, tiene más fuerza, el control del grave es muy superior (cuidado, que el Woo lo hace muy bien), los agudos son más reales, hay más dinámica......En fin, son aparatos muy diferentes.
Sin embargo, la escucha del mismo no es tan placentera para mí como la del Woo, en términos generales.



¿Entonces? Quizás se esté vislumbrando una cierta contradicción en lo que estoy planteando. ¿Acaso no es más preciso el Phonitor? Claro que sí.
Pero, por otro lado, no estamos hablando aquí de la música, de ARTE en definitiva. Y considero, por tanto, que el medio utilizado para reproducirla ha de suponer un placer para los sentidos.
Se podría decir que las válvulas ven la realidad musical por los ojos de la locura de Van Gogh, la deforme extravagancia surrealista de Salvador Dalí, la desintegración formal del Picasso cubista, la sutileza cromática e impresionista de Matisse y la luminosidad crepuscular de Turner.
Quizás al trazo preciso y metódico más frío de lo técnico prefiramos la mano temblorosa del pintor guiado por el ardor de la pasión; quizás prefiramos la convivencia caótica de las líneas y la ambigüedad de las sombras a la precisión matemática de los ángulos y las perspectivas. Yo sí, con una condición, que del aparente caos de formas y colores debe nacer un objeto artístico.
El Arte no ha de ser la propia naturaleza, ni siquiera su imitación fiel. La reproducción exacta está limitada por la realidad, el Arte no lo está.



Escuchando el disco del gran Lou Bennett y Ximo Tebar percibo otra cualidad de las válvulas, la inmediatez, la sensación de que los músicos están enfrente de tí en la sala de escucha. La puedes escuchar en el aliento de los ejecutantes de flauta, la caña de las maderas, en el sentimiento de aire alrededor de los ejecutantes......
Percibimos la inmediatez cuando el sonido de los ejecutantes nos sorprende durante la interpretación.



El órgano Hammond B3 es un instrumento que, bajo mi punto de vista, sale beneficiado de la escucha con lámparas. De hecho, los tubos de vacío forman parte del mismo.
Desarrollado en los años 30 en USA para sustituir a los caros órganos de tubos en las iglesias, tras la segunda guerra mundial se orientó al consumo doméstico con la fabricación de aparatos más pequeños. El resto es historia, como suele decirse. Hoy no podríamos concebir el rock, el gospel, el blues y el jazz sin este instrumento y, por supuesto, el Leslie (componente fundamental del sonido Hammond y responsable de buena parte de su belleza tonal y poder emocional es el denominado "altavoz rotatorio Leslie" o leslie a secas).



En el mundo del jazz el primero que se nos viene a la mente es, normalmente, Jimmy Smith pero la lista es mucho más larga: Shirley Scott, Jack McDuff, Jimmy McGriff, Don Patterson, John Patton, Richard "Groove" Holmes, Larry Young, Lonnie Smith, Charles Earland....
Mención especial merece Lou Bennett, a quién tuve la suerte de ver en Salamanca hace más de 20 años. Fallecido en 1997, a él le debemos la introducción del órgano de jazz en Europa. Con un estilo inicial cercano al de Jimmy Smith, abandonó los Estados Unidos en 1960 y se estableció en Francia donde causó sensación. Todas sus grabaciones son excelentes, aunque un tanto escasas y muy dispersas en diversos sellos europeos. Es quizás el primer músico de jazz importante en visitar regularmente España, donde Barcelona ha constituido largo tiempo su base de operaciones. Poseedor de una excelente técnica de pedales, desarrolló un estilo un tanto inspirado en el gospel y con indudables influencias clásicas. Fue igualmente un innovador en el aspecto puramente técnico del aparato: dominaba la electrónica y construyó a finales de los 70 un nuevo órgano al cual denominó "Bennett Machine".



La escena musical británica comercialmente denominada acid jazz con su búsqueda de viejas sensaciones y la expectación originada por el joven organista de Philadelphia Joey DeFrancesco y su abundante producción discográfica marcaron el inicio de la triunfal vuelta del órgano Hammond al jazz con presencia comercial real. Muy pronto viejos organistas como Jimmy McGriff, Charles Earland, Lonnie Smith, John Patton, Richard "Groove" Holmes, Melvin Rhyne, Reuben Wilson, Georgie Fame, Greg Hatza, Gene Ludwig, Hank Marr y otros volvieron a ser reclamados para actuaciones en directo y grabaciones discográficas.
Los organistas de jazz son en su inmensa mayoría blancos lo que no deja de ser curioso en una parcela tradicionalmente dominada por músicos de color.

En los 70 el órgano Hammond alcanza su lugar culminante en la música rock.
Keith Emerson con su trabajo en los Nice y luego con Emerson, Lake & Palmer (ELP) es sin lugar a dudas el organista más influyente, popular y exitoso de toda la música rock, ejemplo de virtuosismo, exceso y exhuberancia musical, todo lo cual le ha valido tanto grandes elogios como furibundas críticas.
Habría que mencionar también a Rick Wakeman (Yes), Tony Banks (Genesis), Peter Bardens (Camel), Dave Greenslade (Colosseum), David Sinclair (Caravan), Ken Hensley (Huriah Heep).
Dejamos para el final a Jon Lord, quizás el organista más influyente tras Keith Emerson. El quinto LP de Deep Purple In Rock (1970) es uno de los discos de "hard rock" más influyentes y tipificó el empleo del órgano Hammond en dicho estilo musical en los años venideros y hasta la actualidad. En muchos de los discos clásicos de Deep Purple restringió e incluso eliminó el uso del leslie (en su lugar empleaba una potente amplificación) porque según él "le hacía ser perezoso tocando".



En tierras nacionales tuvimos a los Máquina! (Enrique Herrera) y a los sevillanos Storm (Luis Genil), entre otros.
No hay que olvidar a Eric Clapton que durante casi toda la década contó con Dick Sims al órgano en buena parte de sus discos como en el clásico 461 Ocean Boulevard (1974) ni a mi debilidad, Santana, que ha contado con excelentes organistas en sus bandas (Greg Rollie, Chester Thompson).

Y ya que hablamos de mi estimado Carlos Santana, ¿cómo ha conseguido su particular sonido? Con válvulas. En sus conciertos podemos ver sus Mesa Boogie junto a los cuales monta su pequeño "altarcito" con los que nos ha brindado esos sostenidos característicos de muchos de sus éxitos. Considero que la reproducción de la guitarra de también se beneficia mucho de la reproducción con aparatos que incluyan tubos de vacío en su topología.





Puesto que los transistores no comenzaron a usarse masivamente hasta los años 60, todos los estilos originales de rock fueron desarrollados con amplis de guitarra de válvulas.
En los 50 los amplis de guitarra se volvieron imprescindibles para la amalgama de blues, country y jazz que acabó llamándose rock and roll.
Después los músicos descubrieron que aumentando la ganancia antes del ampli forzaban a éste a llegar al clipping fuertemente y les gustó el resultado obtenido. Así nación el Hard Rock, luego llamado Heavy Metal.
Diferentes estilos de tocar la guitarra han dado lugar a distintos tipos de amplificadores. Aparecieron canales extras de ganancia, controles de tono, efectos de sonido diversos....pero todos los amplis de guitarra están basados en unos pocos prototipos de los 50 y primeros 60.
Ningún fabricante de guitarras ha sido tan influyente como Fender. El modelo más antiguo de la marca fue el Fender Champ (montando 6V6GT ó 6L6 GC), utilizado en muchas grabaciones tempranas de rock and roll. Luego vinieron cosas mejores, Bandmaster, Twin, Showman and Bassman (6L6GC ó 5881).



En 1962 un nuevo sonido nace en Gran Bretaña. Jim Marshall, un tendero londinense consideró que los amplis Fender eran populares pero muy caros y decidió fabricarlos. Su primer ampli fué una copia del Bassman y luego cambió las válvulas de salida por EL34 (pentodos con sonido diferente a los tetrodos utilizados en los amplis americanos hasta entonces, lo cual le dio a los amplis Marshall le fama por su particular tono). En los '70s el distribuidor americano de Marshall colocó 6550, tetrodos que soportaban mejor el clipping durante largos periodos de tiempo.



Los hechos por Vox Amplification Ltd, en Londres fueron los usados por los Beatles en el zenith de su popularidad y montaron EL84.



En los '50s y '60s Fender fue el ampli de más éxito. Aunque eran ya más potentes que los que había previamente no producían gran cantidad de distorsión. Los músicos querían más distorsión y poder sostener las notas durante más tiempo. Así en los '70s nació Mesa Boogie.
En los '60s un joven técnico americano llamado Randall Smith abrió una tienda musical e la zona de la bahía de San Francisco. Los músicos locales descubrieron que podía modificar los amplis de guitarra , lo cual le permitió comenzar a labrarse un nombre propio. Su lista de clientes incluía nombres como Steve Miller, Grateful Dead y Jefferson Airplane entre otros.
Un día Randall Smith decidió gastarle una broma a uno de sus clientes, Barry Melton, guitarrista de Country Joe and The Fish. Lo que hizo fue cambiar su ampli Fender Princeton (un pequeño ampli capaz de rendir 12 vatios) modificando el circuito y cambiando el altavoz. Cuando Melton abandonó la tienda con su ampli "reformado" se fue junto a Carlos Santana. Tras tocar con dicho ampli durante un rato la leyenda dice que Santana exclamó: "Shit man. That little thing really boogies". Parece ser que Randall se basó en esto para bautizar a los amplis que construiría a partir de entonces (de Mesa Engineering) como Mesa Boogie, que Carlos Santana utilizó a lo largo de su carrera exclusivamente hasta no hace mucho.



Carlos Santana no fue el único artista cautivado por el sonido obtenido con los Mesa Boogie. Se podría incluir en la lista a artistas tan influyentes como John McLaughlin, Al DiMeola, Keith Richards, Ron Wood, Pete Townsed, Frank Zappa.....

Volviendo al WooAudio 6, hace poco ha tocado vestirlo de largo y lo he conectado a la red con el Shunyata Taipan Power Cord, con lo que ha adquirido formas más galantes si cabe (algunos pensarán si tiene sentido incluir un cable de red de esa categoría en este amplificador; tras la prueba yo opino que sí ;D).



Y he aprovechado para rescatar de la estantería un disco de Pat Metheny, "Trio-Live". Está grabado en Europa, Japón y USA durante la gira de 1999-2000. Acompañan a Metheny Bill Stewart a la batería y Larry Grenadier al contrabajo.



Pues bien, estoy disfrutando con la escucha de este disco como no recuerdo hacerlo hecho. Escuchando su ubícuo "Question And Answer".........¡Qué guitarra! Con la sustitución del Cardas Power Cord con conectores Furutech de rodio por el Taipan se ha perdido algo de precisión en el ataque pero las resonancias y los decays son más explícitos, lo cual me encanta. Perdemos algo de estabilidad de la imagen pero ganamos envolvencia. En fin, cuestión de gustos.
Con el Cardas el golpe de la baqueta de Bill Stewart sobre la caja es más seco y palpable. El Cardas, que va genial en fuentes, en amplificadores peca a veces de excesiva precisión no resultando todo lo musical que sería deseable.
Con el Shunyata Taipan el agudo de los platillos de Bill Stewart, que ya de por sí no son muy brillantes, más bien de tonalidad mate, se convierten en una especie de susurro extendido sin por ello perder la sensación de "realismo".
La guitarra de Metheny adquiere una fluidez y sensación de continuidad que invita a seguirla de principio a fin y Larry Grenadier permanece en un segundo plano, con su portentosa digitación, pero sin perder protagonismo por ello. Con el Cardas de red el contrabajo suena más presente pero se pierde algo de liquidez si lo comparamos con el Shunyata.

Con los cables de red que montan conductores de grueso calibre, como es el caso del Shunyata, en muchas ocasiones he notado un aumento de cuerpo y una especie de enlentecimiento subjetivo del sonido que puede resultar más musical por permitir a nuestro cerebro codificar con más calma la información que le llega y, así, poder deleitarse con ello.
No es infrecuente, en las conversaciones acerca del tema, hacer una especie de analogía planteándose el power cord como un condensador oo). Es bien sabido que los grandes condensadores tienen fama de ser "más lentos" (no todos) a la hora de liberar la energía almacenada, aunque ésta sea mayor, que los de menor tamaño.



Digamos que con el Cardas el resultado es un sonido más crispante y mejor colocación de la imagen dentro de la escena sonora, lo cual algunos agradecerán, dependiendo del sistema y del tipo de música que escuchen. Con el Shunyata el sonido gana cuerpo y se torna más envolvente, más holístico, sin perder por ello la precisión necesaria. Entre ambos situaría la personalidad de otra de mis referencias en este campo, el Harmonic Technology Fantasy AC10, cuya personalidad podría ser una simbiosis de los mencionados anteriormente y que también ha estado alimentando el Woo durante mucho tiempo.

No quería olvidarme del hecho de la sustitución del fusible de serie por un Furutech. Ésto ha supuesto un pequeño aporte de sutiles mejoras en las prestaciones del mismo.

En el tema 4 del disco de Metheny, "Into the Dream", interpretado con la impresionante guitarra de 42 cuerdas "custom" del maestro, la atmósfera que se crea invita a seguir las distintas líneas armónicas que establecen un diálogo mútuo entre las amplias resonancias del instrumento que flotan en el espacio.






El Woo crea atmósfera. No pensemos que es el típico amplificador con carácter pusilánime, orientado a la observación de un paisaje bucólico entre la niebla. Más bien nos remite a un día espléndido, soleado, antes de la puesta de sol, en el que podemos observar todo el paisaje sin que la claridad nos deslumbre. Y también puede reproducir una tormenta si se da el caso.



¿Y la construcción del WooAudio 6? Bueno, creo que es extraordinaria teniendo en cuenta la escala de precios en la que nos movemos. El chasis....no hay más que ver las fotos. Se calienta poco para ser un ampli de lámparas, aún permaneciendo encendido todo el día.





Los auriculares utilizados han sido muchos:
  -Grado 225, 325, RS1, PS1 y, sobre todo, los GS1000. Con todos ellos se desenvuelve bien (por cierto, me sorprendió con los PS1) pero con los que más me gusta es con los GS1000, con los que se entiende muy bien.
  -Sennheiser 650. Con éstos va de perlas como era de esperar. Con los 800 la escucha ha sido muy  
   breve.
  -AKG 701 recableados con Cardas. Fantástica asociación.
   AKG K1000. Aunque parezca mentira el matrimonio funcionó a las mil maravillas.
  -Ultrasone Edition 9. Buen entendimiento, aunque la estética sonora de estos auriculares no es muy    
   de mi agrado.

Alguno más ha habido por ahí que ahora no se me viene a la mente. Estos días lo he escuchado con los
AUDIO TECHNICA L3000, auriculares cerrados que aún sonando muy bien, no encajan con mis gustos.
Suenan bien con el Woo pero éstos prefieren que el jack se enchufe en el Musical Fidelity XCAns o en el SPL Phonitor.



No nos vamos a encontar una imagen como la que proporciona el Musical Fidelity XCans con la PSU (sin embargo el Woo es más envolvente), el sonido puede que no sea tan orgánico como el del Mapletree, aunque sí más refinado y transparente, pero tiene mucha "magia".

Si se me permite la licencia, diría que "si fuera un trío de jazz":
-el Musical Fidelity sería, sin duda, el Keith Jarret Trío.
-el Mapletree sería el Oscar Peterson Trío.
-el WooAudio 6 sería el Bill Evans Trío.

Como véis, el Woo, haciendo honor a su nombre (to woo podría traducirse por cortejar, galantear, atraer), ha conseguido atraerme, me ha cortejado y me ha "ganado".

En fin, para concluir esta larga travesía podríamos decir que la audición del WooAudio 6 produce un bienestar tanto emocional como físico. La ilusión de presencia, de espacio y, principalmente, de profundidad de la escena sonora es tan real que a veces deja de ser tal. La riqueza armónica confiere al sonido un cuerpo que, parafraseando a los críticos de vino, casi se puede masticar.
Bébase en el sosiego de la noche, no de un trago rápido sino sorbiendo lentamente cada nota de música, cada sonido, sin llenar mucho la copa (como un buen Porto Vintage).

Saludos y felices audiciones.



























Howard Wolowitz

#2
Lo siento...Lo voy a expresar en dos palabras...anona   dano. :P.Rocoa me haces sentir verguenza. ;).
Y yo que pensaba que era un fryki.
Y si no.....Stax

azelais

Siento no hacerte caso. Poético, ameno, didáctico y maravillosamente escrito. Independientemente de la segunda parte, solo puedo agradecer el buen rato que me has facilitado al leer tus lineas.
Un saludo

Quimi

CitarHe visto varias veces como el debate válvulas-transistores se extiende al ámbito de lo psicológico ahondando en rasgos del carácter humano. Así he llegado a escuchar que los amantes (digo "amantes" intencionadamente porque los audiófilos compran por impulso pasional) de los precisos y potentes amplificadores de estado sólido Krell, por poner un ejemplo, lo son porque alimentan su ego y les dan una ilusión de poder, perfección y control; el control sobre el proceso musical que a todos nos gustaría tener en nuestro proceso vital.....Sin embargo las válvulas serían el refugio íntimo del poeta; son para los días melancólicos, cuando llueve y hace frío fuera, sustituyendo la chimenea con su luz crepitante y tenue.

Me gusta ;)

apolodj

Utilizo estas lineas para alimentar el ego del autor... un escrito soberbio.
Por que no es sólo una reflexión o una review sobre un amplificador es una filosofía y una serie de conocimientos acomodados en unas lineas.
Para el que alguna vez ha sentido una grabación como algo "espiritual", las lineas anteriores son un gran ejemplo de la descripción de esas sensaciones.

Estoy muy intrigado por ver como será la segunda parte.
Auriculares:AKG 702, AKG 601, DENON AH-2000, Beyerdinamic 770pro, PX 100,Koss portapro, Alessandro MS1i, CX500, CX300, Sony mdr21lp.
Amplificadores: Fiio E5, Octavart 01.
Fuentes:Onkyo DVD multiformato, Ipod classic 80GB, suffle1gb, macbook pro 15", IPAD 64GB wifi, ipod touch 8GB.

mazinguerZ

Estoy impresionado con tus impresiones Rocoa, aunque no con tu equipo, pero no porque no lo aprecie en lo que vale, sino porque más o menos lo conozco de vista. Saludos ,y espero que pronto escribas más , me gustaría también cuando sea posible una review de ciertos auriculares.......
El secreto del éxito se encuentra en la sinceridad y la honestidad. Si eres capaz de simular eso, lo tienes hecho.

JAD

#7
Cita de: rocoa en Febrero 17, 2010, 21:38:11
Os ruego que no hagáis comentarios hasta que esté rematado que, espero ocurra en las siguientes horas.

Gracias por vuestra paciencia.

Cita de: rocoa en Febrero 17, 2010, 21:36:51
(CONTINÚA)

¡¡Pero qué hacéis!! Mira que sois malvados e impacientes, ehh??  ;D ;D


Loudness War      This is madness!!

Julio

 :o :nosomosdignos:
Excelente revisión, felicidades Rodrigo.

mrarroyo

Puñetero reporte! ahora solo necesito tu direccion y un boleto de avion para robarte todo tu equipo. ;)

picodeloro

Muy bueno tocayo, me han gustado mucho tus comentarios sobre este amplificador.

-- o --
Rodrigo
"All the audiophools need are pilot lights that can be rolled for peace of mind."

Spritzer

Dimante

Genial, Rocoa, sencillamente genial.
He leído miles de artículos profesionales mucho menos interesantes y amenos.
Hay que ver, por otra parte, qué ignorante soy  :juer: :juer: :juer:.

Saludos.

sdpm

Excelente artículo rocoa. Con las descripciones tan precisas que has expuesto, y mientras escuchaba el mismo disco de Lou Bennett y Ximo Tebar que has puesto como muestra, he llegado a aproximarme a todo el esplendor que emerge de tu extraordinario equipo. Si algún día llegaras a redactar una revista de este ámbito sin duda yo sería un fiel seguidor. Muchas gracias por transmitirnos tan magníficos comentarios.  :plas: :plas: :plas:

Saludos.
Daniel

enos

Yo ya me he quedado sin palabras, y voy a tardar en poder volver a hablar  :o

vespacito

Impresionante descripción de la magia del sonido, muchas gracias Rodrigo por deleitarnos con tan agradable lectura, al Woo le va a suceder como a los Porta Pro.

Un Saludo